Reconozco que lo experimentado en estos dos días no me lo esperaba, nunca pensé en la vuelta que se le podría dar a este cuento. Ahora no lo veo igual que antes y, cualquier canción, película o algo que observo ya le estoy buscando relación.
Hasta ahora nunca me había dado cuenta de cómo está representado este tema en diferentes elementos de nuestra vida, ¡si es prácticamente el eje de todo!.
Respecto al ambiente del curso: envidiable, yo que me esperaba el típico curso de estar sentado y escuchar, escuchar, escuchar... me encuentro que tengo que ir vestida de Cenicienta y ¡con un zapato colgando!, si, si y era verdad, que sino no entrabas, eh? Qué pena que no sean todos así, risas, buen humor, ambiente agradable, las ponentes se relacionaban con nosotras como una más, comiditas cenicienta (con barra libre incluida). Yo reconozco que me escapé del palacio un par de veces para estirar las piernas y la gente del pueblo (los demás universitarios) no me dejaban de mirar, al principio me daba vergüenza pero luego... ¡soy Cenicienta! seguro que tenían envidia del curso.
La verdad que admiro el trabajo de las ponentes pues nunca me imágine que podían existir tan diferentes enfoques, (yo con algunas conferencias me quedé a cuadros)y ójala que sigan con ese magnífico trabajo.
La verdad que un curso así no lo prepara cualquiera, ójala se siga el ejemplo y que esto solo sea el principio.
Hasta ahora nunca me había dado cuenta de cómo está representado este tema en diferentes elementos de nuestra vida, ¡si es prácticamente el eje de todo!.
Respecto al ambiente del curso: envidiable, yo que me esperaba el típico curso de estar sentado y escuchar, escuchar, escuchar... me encuentro que tengo que ir vestida de Cenicienta y ¡con un zapato colgando!, si, si y era verdad, que sino no entrabas, eh? Qué pena que no sean todos así, risas, buen humor, ambiente agradable, las ponentes se relacionaban con nosotras como una más, comiditas cenicienta (con barra libre incluida). Yo reconozco que me escapé del palacio un par de veces para estirar las piernas y la gente del pueblo (los demás universitarios) no me dejaban de mirar, al principio me daba vergüenza pero luego... ¡soy Cenicienta! seguro que tenían envidia del curso.
La verdad que admiro el trabajo de las ponentes pues nunca me imágine que podían existir tan diferentes enfoques, (yo con algunas conferencias me quedé a cuadros)y ójala que sigan con ese magnífico trabajo.
La verdad que un curso así no lo prepara cualquiera, ójala se siga el ejemplo y que esto solo sea el principio.
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